Puede que no tenga victorias notables, pero puedo sorprenderte con las derrotas a las que logré sobrevivir

En el posteo de hoy les voy a hablar de mí, está bueno conocer y saber quién habla del otro lado del texto.

Esta semana es una semana especial para mi porque estoy a días de comenzar un nuevo año, es decir, de cumplir años, y para mi esta época es de reflexión, celebración y mucho agradecimiento.

Para los que no lo saben, sí, soy escorpiana, y bastante escorpiana, no sólo tengo mi Sol en ese signo, sino varios planetas más (los dos regentes de Escorpio: Plutón y Marte, y al curioso Mercurio), todos muy juntos, tocándose las narices. Por eso, me muevo muy bien en las profundidades de la mente y el inconsciente, veo en la oscuridad y des-cubro aquello que no se muestra a simple vista.

Estos días estoy terminando un año número 9, es decir, el gran cierre de un ciclo de 9 años; y a partir del sábado comienzo un año número 1, un Gran Inicio, no sólo por el año número 1 sino porque, además, ese es mi número de vida, así que “año karmático” le llaman.

Cuando comencé este ciclo no me dedicaba a esto, todavía trabajaba en el área empresarial ejerciendo mi profesión como relacionista pública, pero ese año número 1, ese comienzo de este ciclo que estoy terminando, di mi primer gran paso, comencé a estudiar Sommelier de Té y esa fue la puerta de ingreso a este mundo de consciencia, conexión y sanación. En ese momento lo hice por hobbie, “pa divertime” como dice la canción, nunca me imaginé el impacto que tendría, luego, en mi vida.

Los años 9 son años de gran balance, de síntesis, de conclusión, de duelos y cierres, ¡y sí que lo fue!. Es un año para preguntarse: ¿qué se queda y qué se va? ¿qué aprendí de este ciclo y llegó el momento de la compresión integral? ¿qué tomo como combustible para lo nuevo y qué desecho también como abono para lo que está por sembrarse? Cuando se los explico en sesión a ustedes, me gusta darles el ejemplo de limpiar la casa, esas limpiezas profundas, en donde mucho se trata de decidir, qué tirar, qué guardar, qué reordenar, qué reciclar o reparar. Por ende, es un año de muchas decisiones.

El 2025 es un año 9 (2+0+2+5 = 9), así que seguramente le estén resonando esas preguntas a ustedes también, por eso se los comparto, porque como año, en general, estamos transitando esa energía más colectivamente.

Este año llegué a la conclusión de que la marca AstroLowCost ya no me representa ni representa todos los cambios e incorporaciones que fui haciendo en los servicios que les ofrezco, vengo trabajando en un rebranding de la marca que, en breve, tendrán en privilegio de conocer. Se viene un nuevo ciclo, si queremos que las cosas cambien debemos empezar, primero, nosotros mismos, por cambiar.

Lo primero que estudié al terminar el colegio fue la Licenciatura en Relaciones Públicas, una rama un tanto desconocida de la comunicación, que se centra en la imagen de un producto, servicio, empresa o persona y crea canales de comunicación y fidelización con sus públicos. Esa carrera me dotó de todas las capacidades comunicativas y discursivas que implemento con ustedes, y también me enseñó que, cuando un producto, servicio o persona cambia, es necesario acompañarlo con un cambio de imagen.

Les vengo hablando de los cambios que el 2026 trae bajo el brazo y de la apertura que debemos tener todos para producir cambios en nuestras vidas, este espacio no está exento de eso.

En los siguientes posteos les seguiré contando más, no quiero hacer tan largo este, solo quería participarlos de estos cambios que se están gestando en mí, en mis servicios y, por ende, en lo que ustedes reciben de mí.

Si algo resume estos 9 años que viví es la frase del posteo “Puede que no tenga victorias notables, pero puedo sorprenderte con las derrotas a las que logré sobrevivir”, fueron 9 años de alquimia pura, de resiliencia, de transformación tras transformación, de renacer constantemente en mis cenizas cuando creía que ya había logrado llegar a algún puerto cierto. Fueron años de mucho quiebre e incertidumbre, de sentirme muy perdida y agotada, de trabajar mucho en mi, de mucha sanación. Cambiar el norte del barco puede llegar a ser muy desafiante y extenuante, y más si tenés que ir aprendiendo a leer el mapa sobre la marcha.

Si 9 años atrás yo hubiese sabido todo lo que sé hoy, si hubiese conocido mi carta natal como hoy la conozco, si hubiese tenido las herramientas de la astrología, la numerología y el tarot como hoy las tengo, seguramente hoy podría sorprenderlos más con mis victorias notables. Pero no fue así, y no me avergüenzo de eso, necesité todo ese recorrido, todo ese camino y sobrevivir a todas esas derrotas para llegar a lo que soy hoy.

Por suerte, o por mérito, este próximo ciclo de 9 años sí cuento con esos mapas y esas herramientas así que estoy preparada para las victorias notables que están por venir.

Gracias por ser parte de este camino, gracias por confiar en mis servicios y mi recorrido, gracias por leerme, gracias por estar del otro lado, gracias, infinitas gracias.

¿Me acompañan en este Nuevo Ciclo?

Con todo mi agradecimiento,

Maira Antonela Camerano